Día Mundial del Asma

Se celebra anualmente el primer martes de mayo con el objetivo de concientizar sobre la importancia de la prevención y tratamiento.

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad crónica que afecta a niños y adultos. Las vías que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias finas. Ello causa los síntomas del asma: tos, sibilancias, disnea y opresión torácica. Estos síntomas son intermitentes, y suelen agravarse durante la noche o al hacer ejercicio. Otros factores desencadenantes frecuentes pueden agravar los síntomas del asma. Los desencadenantes varían de una persona a otra, pero entre ellos figuran las infecciones víricas (resfriados), el polvo, el humo, los gases, los cambios meteorológicos, los pólenes de gramíneas y árboles, el pelaje y las plumas de animales, los jabones fuertes y los perfumes.

Consecuencias del asma en la vida cotidiana

El asma es una enfermedad que se diagnostica y trata menos de lo que debiera, en particular en los países de ingreso bajo y mediano-bajo.

Las personas que no reciben un tratamiento adecuado contra el asma pueden sufrir trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración. Cuando los síntomas son graves, las personas asmáticas pueden precisar cuidados urgentes y tal vez tengan que ingresar en un hospital para ser tratadas y vigiladas. En los casos más graves, el asma puede ser letal.

Causas del asma

Si bien se han asociado muy distintos factores al mayor riesgo de padecer asma, muchas veces es difícil encontrar una única causa directa.

  • La probabilidad de padecer asma es mayor si otros miembros de la familia también son asmáticos, en particular los familiares más cercanos, como los padres o hermanos.
  • El asma es más frecuente en personas que sufren otras alergias, como eccemas o rinitis.
  • La urbanización se ha asociado a un aumento de la prevalencia del asma, probablemente debido a varios factores que guardan relación con el estilo de vida.
  • Determinados acontecimientos ocurridos en etapas tempranas de la vida pueden afectar a los pulmones en desarrollo y aumentar el riesgo de padecer asma. Entre estos factores cabe mencionar la insuficiencia ponderal del recién nacido, la prematuridad, la exposición al humo de tabaco y otras fuentes de contaminación del aire, así como las infecciones respiratorias víricas.
  • También se cree que la exposición a una serie de alérgenos y sustancias irritantes del medio ambiente puede aumentar el riesgo de padecer asma, como la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior, los ácaros del polvo doméstico, los mohos y la exposición en el trabajo a sustancias químicas, humos o polvo.
  • Los niños y adultos con sobrepeso u obesos corren un mayor riesgo de padecer asma.

Reducir la carga del asma

Si bien el asma no tiene cura, un tratamiento adecuado con medicamentos inhalados puede ayudar a controlar la enfermedad y facilitar que las personas asmáticas lleven una vida normal y activa.

Existen dos tipos principales de inhaladores:

  • Los broncodilatadores (como el salbutamol), que liberan las vías respiratorias y alivian los síntomas.
  • Los esteroides (como la beclometasona), que reducen la inflamación de las vías respiratorias, lo que mejora los síntomas del asma y reduce el riesgo de ataques graves de asma y de muerte.

La OMS está adoptando medidas para mejorar el diagnóstico y el tratamiento del asma.

Reducir la exposición al humo de tabaco es importante tanto para la prevención primaria del asma como para el tratamiento de la enfermedad.

La Alianza Mundial contra las Enfermedades Respiratorias Crónicas (GARD) contribuye a la labor de la OMS en materia de prevención y control de dichas enfermedades. Se trata de una alianza voluntaria de organizaciones nacionales e internacionales y organismos de numerosos países, comprometida con la visión de un mundo en el que todas las personas puedan respirar libremente.

Fuente: OMS

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