Doc tips: fotoeducación, la clave en la prevención del cáncer de piel

Hoy nos aconseja la Dra. María Celeste Hernández: "La fotoeducación consiste en enseñar cuidados para evitar el daño que causa la exposición solar en la piel".

Existen diferentes tipos de cáncer de piel – tantos como las distintas estirpes de células que la componen-. Más del 95% de los casos están asociados a la radiación UV. El carcinoma basocelular es la neoplasia de mayor prevalencia a nivel mundial y el cáncer de piel más frecuente; en tanto que la incidencia de melanoma cutáneo ha aumentado sostenidamente desde hace 40 años. Este último se desarrolla a partir de las células melanocíticas de la piel y es – potencialmente- el más agresivo dentro de las neoplasias cutáneas.

Si bien cualquier persona puede desarrollar esta enfermedad, existen algunas condiciones asociadas a mayor riesgo:

  • Antecedentes personales y/o familiares de melanoma
  • Personas de piel y ojos claros
  • Quemaduras solares, especialmente durante la infancia y la adolescencia
  • Uso de camas solares – mayor riesgo si la exposición ocurre antes de los 35 años-
  • Mutaciones genéticas
  • Gran cantidad de lunares
  • Inmunosupresión (personas trasplantadas o en tratamiento con quimioterapia).

La regla del ABCDE es una herramienta sencilla y útil – de autocontrol- que permite detectar “lunares sospechosos”:


Asimetría: al dividir a la lesión en mitades, son de distinto tamaño entre si.

Bordes: irregulares o mal definidos.

Color: distintos colores en la misma lesión.

Diámetro: 6mm o mayor (aunque pueden existir melanomas de menor tamaño).

Evolución:  la lesión es diferente de las demás o tiene cambios en su tamaño, forma o color.

Al observar alguna de estas características, se recomienda consultar al especialista. El dermatólogo está entrenado para reconocer precozmente lesiones con patrones de malignidad y puede examinar aquellas que localizan en zonas donde la autoevaluación es dificultosa.

Fotoeducación: consiste en enseñar a poner en práctica los cuidados necesarios para evitar el daño que causa la exposición solar en la piel y aprovechar los efectos beneficiosos del sol.

¿El fotoprotector es suficiente para evitar el daño solar en la piel?

La respuesta es NO. Si bien el protector solar es una de las principales medidas de prevención, es insuficiente. Además de usar el fotoprotector indicado para cada tipo de piel, se recomienda:

. NO exponerse al sol entre las 10 y las 16 hs. 

. Usar sombrero de ala ancha y lentes de sol con protección UV.

. Utilizar ropa con protección UV.

. Permanecer a la sombra o debajo de sombrillas cuando se realizan actividades al aire libre (parques, playas, etc.).

 ¿Cómo elegir el fotoprotector adecuado?

Los rayos UVB penetran hasta las capas más superficiales – epidermis y dermis papilar- y son capaces de inducir cambios de manera directa sobre el ADN de las células de la piel, siendo el principal mecanismo asociado a cáncer cutáneo.

Los rayos UVA – en cambio- penetran hasta la dermis profunda y generan radicales libres, dañando el ADN de manera indirecta. Estos últimos están asociados a trastornos pigmentarios, fotoenvejecimiento, cáncer de piel y fotodermatosis. 

Finalmente, en la actualidad hay evidencia creciente sobre hiperpigmentaciones (manchas) inducidas por luz visible (LV) en personas de fototipos oscuros y de eritema post exposición en sujetos de piel clara.

Por todo esto, el fotoprotector debe incluir protección UVB (está asociada a la sigla FPS) + UVA y especialmente en personas de piel más oscura o pacientes con trastornos pigmentarios,protección para luz visible.  Para la prevención de cáncer de piel (melanoma, carcinoma basocelular y carcinoma espinocelular) el FPS recomendado es 50+.

En cuanto a la cantidad, debe ser la suficiente para cubrir de manera homogénea la superficie sobre la que se aplica. La dosis es 2 mg/ cm2 de superficie corporal. En la práctica equivale a utilizar el contenido de una cuchara de té en la cara. En regiones más extensas como los miembros inferiores, se aplican cantidades equivalentes a 2 cucharadas en cada uno. Debe colocarse 30 minutos antes de la exposición y volver a aplicarlo cada 2 hs. En caso de sudoración importante o luego de sumergirse, secar la piel y recolocarlo.

En la prevención de cáncer de piel existen herramientas fundamentales. Por un lado, el cáncer cutáneo puede verse, lo que facilita la autoevaluación. Por el otro, el factor de riesgo modificable de mayor jerarquía es la radiación UV, por lo que la fotoeducación asociada a la fotoprotección son pilares esenciales. Finalmente, el control dermatológico permitirá  identificar pacientes de mayor riesgo y realizar el tratamiento precoz en caso de ser necesario.

Dra. María Celeste Hernández

Mat. 18067

Sanatorio Americano

Centro Médico Brown

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