Dra. CP y LA Alicia A. Espósito (Mats. 7938 y 407) Coordinadora del Grupo de Trabajo Género y Diversidad e integrante de la Comisión PyME
Seguridad Social vs. Previsión Social
El Sistema de Seguridad Social es un gran desafío para cualquier país en estos tiempos complejos socialmente, agravados por una crisis sanitaria mundial producto del COVID- 19 que ha sacudido al mundo y lo ha puesto de rodillas frente a una inquietante incertidumbre.
Desde hace ya muchos años, el Sistema en su conjunto, está en crisis y representa una de las políticas más vulnerables de cualquier gobierno que desnuda la desigualdad e injusticia social, y se acentúa en aquellos países económicamente débiles.
“Caer en la pobreza por enfermedad, perder el empleo o no tener ingresos en la vejez, son riesgos no menores que se deben enfrentar con una estructura colectiva bajo el necesario rol del Estado como solucionador de las fallas de mercado. Sin embargo, muchos gobiernos no han priorizado las reformas a la seguridad social bajo el argumento de que estas no revestían urgencia o que era un lujo presupuestario que no se podían permitir en el corto plazo” (David Tuesta – La Seguridad Social del futuro en América Latina: superando los mitos-).
La Seguridad Social fue definida por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en la década de los 90, como la protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos.
Y la Previsión Social hace referencia a todos aquellos sistemas, ya sean públicos o privados, que tengan como finalidad crear un fondo de previsión destinado a la cobertura de las necesidades del individuo en determinadas circunstancias (vejez, invalidez y muerte), previamente estipuladas, con el objetivo de garantizar su estabilidad y solvencia económica (https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/).
De lo cual se desprende que cuando nos referimos al tema de Previsión Social, lo hacemos como un subsistema del Sistema de Seguridad Social. Ambos protegen contingencias, pero la Previsión social hace referencia SOLO a la VEJEZ, INVALIDEZ Y MUERTE.
A nivel mundial muchas son las formas que adquiere la Previsión Social: hay sistemas públicos, privados o mixtos. Sea cual fuere la forma en que se desarrollan, estos sistemas están atravesados por problemáticas similares que dependen del grado de desarrollo del país que sea. Desigualdades, envejecimiento poblacional, informalidad laboral, nuevas formas de trabajo futuras que introducen la inteligencia artificial, son ejemplos claros que atentan contra la sostenibilidad de cualquier tipo de sistema previsional.
Y a esto se agrega las consecuencias que ha tenido y tiene la pandemia mundial COVID-19 y sus efectos sobre la población y economía mundial.
El último informe de la Cepal presentado en agosto 2020, expone una cruda realidad social y económica que se potencia en los países más pobres. Expone a modo de resumen que:
“Los sistemas de pensiones se verán afectados por la pandemia. La afiliación o cotización a los sistemas disminuirá, especialmente en los países más expuestos al incremento del desempleo y la informalidad. Ello tendrá efectos en los ingresos por cotizaciones y en la densidad de cotizaciones en el momento del retiro, y podría conllevar la reducción de las prestaciones y una profundización de las actuales desigualdades de género. Es esperable que los sistemas de reparto con reservas basados en el modelo de capitalización parcial colectiva deban hacer frente a efectos financieros vinculados con la disminución de los ingresos por cotizaciones y la caída de la rentabilidad de los fondos de reserva.
En los sistemas que se rigen por una lógica de capitalización individual como componente principal o que contemplan un componente complementario en modelos paralelos o mixtos, puede esperarse una fuerte reducción de los fondos acumulados y el nivel de las prestaciones de quienes estén por pensionarse. Esta situación puede afectar especialmente a Bolivia, Chile, El Salvador, México y la República Dominicana, países que cuentan con un modelo de capitalización individual (modelo sustitutivo), y también a Colombia, el Perú, Costa Rica, Panamá y el Uruguay, que cuentan con sistemas paralelos o mixtos.
En los sistemas de capitalización individual, la rentabilidad bruta en el momento del retiro puede verse afectada por pérdidas nominales y variaciones en el valor de los fondos. Si bien los efectos deben analizarse a largo plazo, y la existencia de multifondos puede mitigar este problema, ello no elimina completamente el riesgo, que afecta más intensamente a quienes están por pensionarse o deben pensionarse obligatoriamente por razones de salud o discapacidad.
Es importante resguardar la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones y, especialmente, el derecho de las personas a acceder a una prestación adecuada al retirarse. Tras la emergencia, se abrirá un espacio para profundizar la discusión sobre la reforma de los sistemas de pensiones ya iniciada en varios países de la región, considerando que los esfuerzos centrados solo en la capacidad de ahorro individual no responden a las demandas del ámbito de la protección social y la importancia de avanzar en mecanismos solidarios”.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La problemática expuesta no solo es un gran desafío en sí mismo, sino que afecta al principal objetivo de la previsión…
¿Sustentabilidad vs Sostenibilidad?
Y es aquí otros conceptos que hay que analizar, puesto que se utilizan por el uso y la costumbre como similares cuando en la realidad hay una diferencia entre ellos que se hace necesaria remarcar.
En 1987, se realizó el Informe Brundtland (realizado por la Comisión Brundtland liderada por la ex primera ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland) dentro de la acción de Naciones Unidas, y que definió a la sostenibilidad como la capacidad de satisfacer necesidades de la generación humana actual sin que esto suponga la anulación de que las generaciones futuras también puedan satisfacer las necesidades propias.
Principalmente, la sostenibilidad está muy ligada al concepto de desarrollo o de desarrollo humano. En sí, el desarrollo humano supone una visión de desarrollo sostenible. Sin embargo, muchas veces también se habla de desarrollo sustentable ¿Cuál es la diferencia entonces entre sostenible y sustentable? Bien. El desarrollo sustentable sólo se ocupa de la preservación de los recursos naturales, y como afirmamos en el párrafo anterior, es necesario garantizar que las futuras generaciones también puedan contar con este tipo de recursos para la satisfacción de sus necesidades.
En cambio, el desarrollo sostenible tiene en cuenta además las condiciones sociales, políticas y económicas del conjunto social, por lo cual incorpora la visión humana, de que el humano se desarrolle además de satisfacer sus necesidades, y en ése desarrollo sus acciones sean pro cuidado del ambiente y el entorno natural en el cual vive.
https://definicion.mx/sustentabilidad/
Conceptualizado y marcadas sus diferencias, los sistemas previsionales deben tener como norte la sostenibilidad en el tiempo, asegurando a sus afiliados el cobro de las prestaciones desde el momento que acontezca la contingencia y hasta su muerte.
Pero…, ¿cómo se determina y se mide la sostenibilidad de un sistema previsional?
La herramienta por excelencia son los estudios actuariales que realicen los distintos organismos que administran fondos de previsión.
El objetivo primordial de la valuación actuarial está referido a verificar la solvencia a largo plazo del régimen que se trate, es decir, conocer técnicamente la situación de equilibrio constatando si el sistema de financiamiento que se aplica y el nivel planificado para las aportaciones pueden mantenerse a lo largo del tiempo (Coordinadora de Cajas Profesionales de la Rep. Arg. – Libro Amarillo 2013).
Educación vs conocimiento
Evidentemente hablar de Previsión social significa adentrarnos en un gran desafío presente y futuro donde debemos participar con responsabilidad.
Los conceptos y principios que sustentan el sistema deben ser inculcados desde pequeños, en las escuelas y a lo largo de todos los estratos educacionales y acompañarnos a partir de nuestra vida laboral activa y pasiva.
Todos/as y desde siempre debemos tener internalizados los conceptos que hacen a la previsión y los objetivos que persigue, solo así lograremos tener conciencia de la necesidad de su sostenimiento.
Pensar en el conjunto, en el grupo, en el equipo al que se pertenece, transmitiendo y ejerciendo los principios solidarios que son propios y hacen a la previsión social para el sostenimiento en el tiempo de las prestaciones de vejez, invalidez y muerte.
Solidaridad que se manifiesta desde el momento que ingresamos al sistema con nuestros aportes, en la etapa activa, que sostienen a nuestros pasivos, pero que también contribuyen con aquellos impedidos de trabajar por un accidente o enfermedad que pueden padecer y para aquellos que fallecen dejando una familia para proteger y resguardar.
La previsión es SOLIDARIDAD en las distintas etapas de nuestra vida y es este concepto el que nos debe habitar desde nuestra edad temprana.
Educación en previsión social es la herramienta más eficaz para paliar los graves problemas que hoy enfrenta el sistema. Y es a través de la educación y los conocimientos que de ella se transmiten la única forma para que la sociedad comprenda e internalice los derechos y obligaciones que de ella emanan.
Para la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), la educación en Seguridad Social, es un tema de vital importancia razón por la cual fue una de las líneas de acción del Plan Estratégico 2014 – 2018 de la institución.
Los objetivos específicos de esta línea de acción fueron:
– Generar cultura previsional.
– Potenciar el conocimiento de la Seguridad Social entre los más jóvenes.
-Promocionar la inclusión de la temática de la Seguridad Social como contenido transversal en los planes de educación inicial, primarios y secundarios.
(recopilación de experiencias y buenas prácticas de educación en seguridad social – 2017 – oiss)
Conclusiones
Como profesionales en Ciencias Económicas, estamos cerca de estos conceptos sea cual fuere nuestra profesión.
La responsabilidad que nos lleva a ejercer la profesión que elegimos, nos compromete a ahondar en los conceptos de previsión social.
Insto a profundizar los conocimientos para aquellos/as que aún hoy, no tienen una cabal comprensión de los mismos.
Saber hacia dónde va el sistema previsional al que estamos afiliados es una cuestión de conjunto.
“La Educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Paulo Freire (1921-1997)